lunes, 12 de octubre de 2009

¿Para qué la APAFA?


Con motivo de las recientes elecciones de directiva de Asociación de Padres de Familia, algunas personas me preguntaron por la naturaleza y razón de ser de la APAFA. Creo que es una pregunta muy pertinente, y como espero mostrar, con profundas implicancias.

Pero primero: ¡Gracias!

No quiero dejar pasar la ocasión para agradecer nuevamente a la anterior directiva, presidida por la señora Pamela de Khaililhie. Nos hemos sentidos muy acompañados y respaldados por ellos en estos años. Y por supuesto, expresar nuestros mejores deseos a la directiva entrante que preside el señor Julio Herrera por el generoso ‘paso al frente’ que están dando.

¿De dónde viene esto de la APAFA?: Breve historia de dos modelos

Sin ahondar mucho en la historia, podemos remitirnos a nuestra época escolar: entonces, el gobierno militar planteo una ley educativa de corte socialista donde los colegios tendían a funcionar como cooperativas, y la participación de los padres se planteó como de control y decisión. El modelo de APAFA favoreció un sesgo casi sindical, contrapuesto al también sindicato de profesores y a la dirección o propietarios.

En los años noventa este modelo prácticamente se eliminó. El modelo escolar era el de la empresa privada, y la nueva ley que se promulgó entonces permitía incluso la no existencia de las asociaciones de padres o su nombramiento por parte del director. Para esta ley, la escuela era una empresa proveedora de un servicio y los padres tienen todos los derechos de un cliente.  

¿Cuál es nuestro modelo? Proyecto católico y padres

Desde un principio, el Consorcio de Colegios Católicos planteó sus discrepancias con ambos modelos. El modelo socialista era un extremo, y nos habíamos ido al otro.  La educación católica ha defendido siempre el derecho y el deber de la participación activa de los padres en la educación de sus hijos. Sin ella, tenemos instrucción, pero no formación integral.

El modelo de ‘empresa de servicios’ funciona para un bufete de abogados o una asesora financiera, pero en un colegio hablamos de comunidad educativa.

En la empresa de servicios no interesa quienes sean los demás clientes. No interactuamos con ellos. En la escuela sí. Las relaciones sociales de las familias marcan toda la experiencia educativa y a veces continúan para toda la vida.

La elección misma del colegio, no se realiza únicamente por la calidad percibida de su instrucción e instalaciones. -No debería.  Sino por que percibimos que esa escuela responde a nuestro propio ideal formativo como padres. Si no hay esto, el resultado en la inconsistencia en la formación de los chicos, como cuando una pareja transmite criterios y estilos educativos diferentes: el chico se confunde y termina siendo un “agnóstico de los valores”. 

Para la educación católica, el profesor no es únicamente un instructor, de quien esperamos únicamente solvencia profesional y moral. El profesor tiene un compromiso personal con sus alumnos, y se trabaja en ese contexto con los padres. Un relación lejana o indiferente le quita los recursos para formar efectivamente a los chicos. Al contrario, el diálogo frecuente, la búsqueda de objetivos comunes y el seguimiento de reglas comunes es una oportunidad educativa extraordinaria.

En ese sentido, vemos la APAFA como la manera como los padres se organizan para participar y colaborar sistemáticamente con el colegio, según cada contexto y circunstancias. Será diferente un colegio nuevo de uno centenario. Será diferente si hablamos de una comunidad rural o un barrio ejecutivo y profesional, pero lo que no debe cambiar es ese deseo efectivo de estar presentes.

Se entiende pues que el modelo de empresa de servicios se queda corto para esta visión, cuando de lo que se trata es de colaborar y trabajar juntos, cada uno desde donde le corresponde en la formación integral de los chicos.  A esto llamamos una Comunidad Educativa.


En nuestro caso tenemos ya amplios espacios ganados con la institución de las Delegadas de Aulas y la masiva participación de los padres a través de los Houses y del Departamento de Familia del Colegio. Somos colegios jóvenes, modernos, en pleno crecimiento y despliegue y contamos con familias profesionales altamente capacitadas. Tenemos una filosofía de participación y formación integral de toda la comunidad educativa.  

En esto contexto, uno de los roles decisivos de la directiva de la asociación de padres es ayudar a canalizar las fortalezas de nuestra comunidad educativa hacia el logro de los objetivos institucionales.  Que nuestros profesores puedan contar con todo el respaldo posible para ofrecer lo mejor de sí, y que los alumnos, razón de ser del Colegio, realmente aprovechen los talentos con que han sido bendecidos y crezcan y se formen a la altura de los retos que estos mismos talentos generan.  

Creemos que todavía hay mucho camino por avanzar en términos de conocer y compartir el Proyecto Educativo del Colegio y de construir sinergias que nos permitan aprovechar al máximo nuestras fortalezas.  De comunicarnos mejor y de animarnos a todos a ser protagonistas en la formación de nuestros hijos.  El reto es grande pero valioso.

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