jueves, 25 de noviembre de 2010

Tránsito: oportunidad educativa

En esta semana hemos publicado el "Proyecto de ordenamiento del tránsito en nuestros Colegios". Se trata de una necesidad percibida por todos, que si no se atiende solo podrá agravarse debido a que estamos en una etapa de crecimiento.

Pero tenemos también la oportunidad para ofrecer a nuestros alumnos una importante lección de vida social: el tránsito es algo en el que todos participamos y en el que todos somos parte de la solución, pues ésta pasa necesariamente por un compromiso donde todos "cedemos" algo por el bien común.

Hace uno años estando en Toronto me tocó un cruce de avenidas donde el semáforo se había malogrado. Obviamente el tránsito iba lento, pero fluía. Cuando llegué a la esquina misma vi que los autos cruzaban en turnos de a uno, boca calle por boca calle, siguiendo el sentido del reloj. De esa manera no se formaban nudos y todos podíamos circular. No había policías, sólo el sentido común y la capacidad de posponer las propias urgencias por el bien de todos.

Esto que pasó en Toronto no fue un producto espontáneo, sino simplemente la manera cómo "todos saben" que deben actuar en circunstancias similares: en otras palabras: educación. No es algo genético: Toronto es una ciudad multiétnica como pocas en el mundo. Se trata de una cultura ciudadana que se ha hecho parte del ser y quehacer de esa colectividad.

¿Lima puede ser así? Tiendo a pensar que sí. Nos pusimos cinturón de seguridad y cuidamos lo que tomamos antes de manejar no solo por un tema legal, sino porque hemos puesto de nuestra parte. ¿Podemos tener una entrada y salida razonables en los Colegios? Con mayor razón. Se trata de asumir el tema y estar dispuestos a cambiar nuestros hábitos pensando en el bien de todos. Cuando lo logremos no solo habremos resuelto un problema puntual sino que habremos dejado una lección de vida a nuestros chicos.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

ADECOPA: Final académica

Participamos ayer en la ceremonia de clausura y reconocimiento del trabajo académico desarrollado por alumnos y profesores de los colegios miembros a lo largo del año. Muchos en nuestro Colegio todavía relacionan mentalmente ADECOPA con los campeonatos deportivos que tantas satisfacciones nos han dado, sin embargo ADECOPA es mucho más, proyectándose también a nivel académico y gremial.

Ya desde hace algunos años, luego de una primera época muy enriquecedora ligada básicamente a lo deportivo, los directores de ADECOPA decidimos avanzar hacia el desarrollo de proyectos comunes en el área académica. De esta manera se dio fuerza a iniciativas como el Congreso de profesores de Inglés, recientemente ampliado a una Conferencia Internacional de Profesores de todas las materias, los Juegos Florales, el certamen de Arte, Integrarte; concursos de matemáticas para primaria y secundaria, una Feria de Ciencias y, recientemente, un Festival de Música y Danzas.

Como se ve, se trata de un interesante electo de variadas actividades que responden perfectamente a nuestra orientación institucional y que ofrecen a nuestros alumnos la oportunidad de competir, compartir, aprender, descubrir nuevos retos, y conocer muchachos y muchachas con intereses similares a los suyos, todo en el espíritu de amistad y buena voluntad que caracteriza todas la actividades de la Asociación.
Por otro lado, y con similares objetivos, en los últimos años se han venido llevando a cabo una serie de intercambios profesionales entre los profesores de Matemáticas, Ciencias, y Tecnología de nuestros colegios, centrándose en el desarrollo curricular y nuevas metodologías para estas materias. Asimismo, los directores hemos tenido también la oportunidad de establecer reuniones de reflexión educativa sobre los retos y demandas del tiempo presente y lo que se viene en el futuro cercano. En esa línea, se ha ido dando forma a la iniciativa de discutir y desarrollar una exigente propuesta de estándares académicos, que sirva de norte a nuestros colegios en el contexto de las demandas cada vez más fuertes de una educación de calidad internacional, y como una herramienta eficaz para nuestros alumnos en estos tiempos de globalización. En estos esfuerzos nos sorprende el fin de año. Confiamos que en los tiempos venideros veremos un desarrollo cada vez más interesante y mejores frutos para nuestros alumnos.
Se trata de un trabajo muy interesante, de mucha comunicación y trabajo en conjunto que nos viene enriqueciendo a todos: alumnos, profesores y directores. Creemos que ésta es precisamente una de las riquezas mayores de ADECOPA. Los alumnos que hoy se forman en nuestros colegios estarán empezando su vida adulta en el contexto de los 200 años de nuestra independencia, y tendrán, seguramente como una de las generaciones mejor formadas y con mayores posibilidades educativas la posibilidad de hacer realidad lo que alguna vez Jorge Basadre llamó la promesa de la vida peruana: un país unido, desarrollado, con oportunidades para todos. Ése será el reto de su generación, y el nuestro prepararlos para estar a la altura. Personalmente creo que ésto es el núcleo de lo que podríamos llamar la responsabilidad social de ADECOPA: ser protagonistas principales en el diálogo educativo que necesariamente tiene que darse para construir el desarrollo integral y sostenible de nuestro país.
Los reconocimientos que entregamos el día de ayer han sido un pequeño pero importante hito en ese camino. Marcan una senda de esfuerzo y excelencia por el que debemos transitar todos si aspiramos a ser mejores como personas y como asociación. En ellos reconocemos el trabajo de nuestros alumnos, pero también de sus maestros y padres que los orientaron y alentaron. A través de estas líneas quiero hacer extensivo a todos nuestros profesores y padres nuestro agradecimiento y aliento para los años que siguen.

jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Crecimiento o desarrollo?


¿Crecimiento o desarrollo?


A los que tenemos ya algunos años no deja de sorprendernos esta novedad de recibir buenas noticias económicas ya con cierta regularidad. El Perú viene creciendo sostenidamente desde hace ya algunos años, y, que duda cabe, ésta es ya la mejor noticia. Sin embargo, creo que es importante que no perdamos de vista dos cosas: que los ciclos económicos son eso: ciclos que tienen un tiempo limitado y que luego pasan, y, dos, que tenemos la responsabilidad de aprovechar al máximo los buenos vientos que ahora soplan.

¿Qué tiene que ver esto con el Colegio y con los chicos?

Creo que varias cosas, y muy importantes: en primer lugar ellos no tienen memoria de los tiempos difíciles, de la inflación, de terrorismo, de la sensación permanente de crisis. Y entonces pueden pensar que las cosas seguirán siempre así o mejorando, como lo vienen experimentando hasta ahora. Qué bueno crecer así. Pero también ¡qué tentación para la auto complacencia, para el consumismo y la falta de previsión, peor aún, para inconsciencia de lo mucho que todavía falta por hacer para que estos cambios sean permanentes!

En segundo lugar esta falta de perspectiva puede generar una sensación de que las cosas están yendo bien para todos en el país, que no nos toca sino dejarnos llevar por un proceso automático, y en todo caso ser cada uno muy competitivo y “luchar por la suya”.

Creo que todos somos conscientes que esto no es así: el bienestar individual está ligado en el largo plazo al bienestar público. Los ciclos económicos se abren y se cierran y es preciso que las naciones sepan aprovecharlos para lograr que su crecimiento sea sostenible en el tiempo: sostenible porque todos se sienten incluidos y con oportunidad de mejorar, porque el crecimiento no se convierte en derroche sino que las inversiones en salud, educación, comunicaciones y seguridad para todos, que esto genere una base común sobre la que los ciudadanos pueden cimentar sus esfuerzos individuales.

Al decir de los analistas económicos, la ventana de oportunidad que se abre para Perú es de aproximadamente de 10 años de precios altos para nuestros productos básicos y de un flujo sostenido de divisas e inversiones. Tenemos entonces estos 10 años para que cuando nuestros chicos se incorporen plenamente a la vida adulta encuentren un país viable con oportunidades y seguridades que les permitan construir su vida.

Por otra parte son tiempos para formar en ellos las actitudes que les permitan integrarse y participar responsablemente en una vida social, local y global, necesariamente más compleja, llena de dilemas y decisiones que tendrán que asumir de acuerdo a su criterio y formación.

A ellos, como a nosotros, les toca asumir un rol protagónico: son el segmento mejor formado del país en todo sentido, con acceso a información y oportunidades como nunca antes las hubo, y tendrán el reto de generar espacios de trabajo y crecimiento para todos en el país. En el Perú tenemos todavía cinco o seis departamentos donde la pobreza extrema (menos de 2 dólares diarios por persona) llega al 30% de los habitantes, y hay todavía 300,000 niños en riesgo de hambre crónica. No hay desarrollo sostenible, no hay desarrollo que pueda llamarse integral mientras tengamos estas cifras. Tomará a nuestra generación y parte de la de ellos revertirlas, pero tenemos ahora la oportunidad real de hacerlo. ¿Sabremos aprovecharla? ¿Estaremos a la altura del reto?

Nos toca en el Colegio y en casa hablar de estas cosas con los chicos, abrirles los ojos al tiempo en que viven, las oportunidades que tienen y las responsabilidades que de ello se derivan. Haríamos mal si les permitimos crecer en una burbuja de comodidades y no mirar a lo mucho que podemos y debemos hacer para que nuestro país experimente lo que Pablo VI llamaba “desarrollo integral”, que todos encuentren espacios para crecer y participar en condiciones de igualdad en la vida económica y política del país, pasando cada día de condiciones menos humanas a condiciones más humanas.

jueves, 28 de octubre de 2010

Cultivar lo más importante que tenemos

Estos días de Talent Show y Semana Cultural son un momento importante para tomar conciencia de la riqueza que tenemos en nuestros chicos y para comprobar que el trabajo conjunto que hacemos como padres y maestros está dando frutos.

En inglés hay una expresión que me gusta mucho y que hace referencia a esos momentos en que una persona o una colectividad se muestra en plenitud: "their finest hour". Puede tratarse un momento difícil, de prueba, donde la persona saca a relucir "de lo que está hecha" verdaderamente, o momentos estelares donde la luz del escenario nos permita ver sus dones en plenitud. Como quiera que sea, quizá en ambos sentidos, estos días nos están permitiendo apreciar lo mejor de los chicos y hacernos sentir muy orgullosos de ellos.

La representación exitosa de "Pinocho" y con los mayores "El Rey León" ha sido el fruto de meses de ensayos y producción, y del talento y paciencia de los profesores a cargo. Pero ha sido también una ocasión para que los chicos saquen a relucir su carácter, sensibilidad y perseverancia. Cada una en lo suyo y con su propio lenguaje, las obras montadas han permitido a los chicos expresar valores y convicciones profundas e impactar positivamente en el público. Hemos gozado y aprendido con el espectáculo, pero, sobre todo, tuvimos el raro privilegio de atisbar el corazón de los actores. Nos hemos hecho niños con los niños y jóvenes para dejar que nos hablen, nos conmuevan y nos eduquen. La magia del teatro los ha proyectado al universo adulto donde el bien y el mal, la ambición, el heroísmo, la paternidad y los ideales más sublimes se manifiestan en toda su complejidad, y desde esa experiencia los chicos nos han mostrado un futuro donde los vemos enfrentar la vida con solidez y profundidad.

Esta semana que concluye ha sido también ocasión para que nuestros alumnos participen de una serie de concursos académicos y eventos culturales planeados como espacios que les permitan desplegar lo que vienen aprendiendo y descubrir nuevos horizontes en la música, las artes, las ciencias y las humanidades. Estamos así celebrando la vida y la cultura, o más bien, estamos construyendo con ellos una cultura, una manera de vivir y entender la vida, de relacionarnos y de proyectarnos al futuro.

Esto es, en última instancia, lo que expresa la palabra "cultura". Las "obras de la cultura": los libros, composiciones musicales y obras arquitectónicas o pictóricas que caracterizan a un pueblo son en última instancia manifestación visible de unas ideas, unos valores y una manera de vivir que encuentran en ellas, especialmente en las mejor acabadas o grandiosas, su mejor expresión. Pero la cultura no son las obras sino el genio colectivo que alienta y las hace posibles. No se entiende la Grecia clásica sin los atenienses, ni el Renacimiento sin el genio romano, ni al barroco sin el espíritu católico del Siglo de Oro español.

En esa misma línea, nuestra Semana Cultural es una expresión de lo que somos, pero sobre todo la construcción modesta y laboriosa de lo que queremos ser.

jueves, 21 de octubre de 2010

Presentación del Anuario 2009


Con alegría ponemos hoy en sus manos la V edición de nuestro Anuario Escolar correspondiente al año 2009.
Entusiasma ver en sus páginas las iniciativas y actividades que han marcado nuestra vida a lo largo del año y que en apretado informe dan cuenta del trabajo y afanes de nuestra comunidad y de los logros de quienes son su objeto natural: los chicos y chicas que se forman con nosotros.
¿Para qué sirve un anuario?
Creemos que la principal razón de ser del Anuario no es únicamente recordar experiencias, sino construir identidad y, a partir de ella, poder mirar juntos hacia adelante en la misión común.
El Anuario busca, en primer lugar, ayudarnos a "categorizar" las experiencias vividas, es decir, reflexionar sobre ellas para comprenderlas y entender su aporte a nuestras vidas. Categorizar es así un acto fundamental de madurez de la persona que no se conforma con lo cotidiano sino que se proyecta a una existencia auténtica y plena de sentido.
Una mirada al Proyecto Educativo Sodálite

Este año nos ha parecido importante dar contexto a esta reflexión dedicando unas páginas al crecimiento del Proyecto Educativo Sodálite que va desplegándose en la experiencia de las diferentes iniciativas educativas que se han venido suscitando en el Perú y en otros países de América Latina. Vemos nuestros colegios, no cerrados sobre sí mismos, sino aportando activamente en el diálogo cultural y en la construcción de un desarrollo integral y solidario para nuestros países en este segundo centenario de vida independiente.
Construyendo el Perú

Sin escuelas no es posible construir una democracia madura que sea en verdad casa común para todos. Efectivamente, la democracia que queremos para nuestro país sólo es posible si se constituye sobre un sólido sentido de nación: integrada, capaz de celebrar su identidad y diversidad y de proyectarse hacia el futuro con una mirada común. En ese sentido, escuela es el ámbito natural para formar los liderazgos auténticos, formados y coherentes que el país necesita.
Es para esto que surgen nuestros colegios: iniciativas educativas en todos los niveles educativos y para todos lo estratos sociales, que buscan evangelizar la cultura y a los hombres y mujeres que día a día, paso a paso, la construyen.

jueves, 14 de octubre de 2010

Tareas: ¿para qué están?

Uno de los temas más discutidos por padres y maestros alrededor del mundo es el de las tareas para la casa. No es nada nuevo, y si uno revisa la bibliografía pedagógica puede encontrar el tema tratado hasta la saciedad a lo largo de todo el siglo XX. Han sido vistas siempre como una especie de "mal necesario" por las generaciones de sufridos estudiantes que tienen que hacerlas, por los padres que tienen que ayudarles, y por los maestros que tienen que corregirlas.¿Realmente sirven las tareas? ¿Para qué?La moderna investigación sobre como funciona y aprende el cerebro humano parece confirmar la necesidad de las tareas. Necesitamos volver sobre las cosas que hemos visto u oído para que el cerebro pueda fijar los temas principales, relacionarlos con aprendizajes previos, integrarlos a un particular sistema de conocimientos, almacenándolos de modo que puedan ser luego recuperados y reutilizados. Conclusión: de las tareas no nos salvamos, son una pieza clave para el aprendizaje.El verdadero tema es el tipo de tareas, la cantidad y la oportunidad de las mismas.¿Cuáles son los indicadores de una buena tarea? No hay una fórmula matemática, depende mucho de la materia, los objetivos y la edad de los estudiantes. Podríamos, sin embargo, aportar algunos criterios generales:

  1. Relevancia: la buena tarea refuerza los objetivos principales del tema tratado. Puede ser la simple ejercitación de una habilidad o destreza, la creación de experiencias con un tema dado, la aplicación de principios o reglas, comparaciones, descripciones, desarrollo del pensamiento crítico o creativo, etc. La pregunta clave es: ¿qué objetivo tiene esta tarea?
  2. Información: los estudiantes tienen que tener la información clara y suficiente para saber qué se espera que hagan y cómo hacerlo. El estudiante que sabe qué hacer y cómo lograrlo se "apropia" de su tarea, la hace suya desarrollando así un positivo sentido del propio expertise.
  3. Interés: En la medida de lo posible la tarea debe ser apelante, creativa, estimulante en cuanto al tema y motivadora en cuanto al tipo de trabajo que se pide. Habrán cosas inevitablemente áridas, pero no deben ser más del 5%.
  4. Economía: el tiempo y esfuerzo invertido debe guardar relación con el objetivo perseguido. La clave del buen aprendizaje no es "más" sino "mejor".
  5. Oportunidad: el tipo y extensión de la tarea debe tener en cuenta las demás actividades y tareas de los estudiantes de modo que sepamos que podrán hacerla, que podrán hacerla bien y que podrán hacerla autónomamente. Una tarea mal hecha no cumple su objetivo.
  6. Feedback: El momento más importante de la tarea es la devolución por parte del maestro. Aquí se cumple el efecto de refuerzo positivo, emocional e intelectual que debe tener la tarea. Entonces sé que sé, o me doy cuenta de lo que todavía me falta. Es mejor no enviar una tarea que no podremos corregir o devolver a tiempo para servir de feedback efectivo.
¿Cuánto deben intervenir los padres en las tareas? Nuevamente esto depende de la edad, pero como principio general poco o nada. Las tareas son para los estudiantes, no para sus padres. Su participación puede servir como refuerzo para la voluntad o capacidad de organización personal, o como aliento y compañía, pero el alumno debe aprender a trabajar autónomamente y desarrollar así esa confianza fundamental en los propios recursos intelectuales que es la característica común del estudiante exitoso y que se convierte así en la recompensa intrínseca del trabajo intelectual: el gusto por aprender, el sentido del propio progreso y dominio de los temas que le anima a uno a mayores esfuerzos. ¿Cuánto tiempo del día deben estar dedicados a las tareas? Nuevamente depende de la edad y del tipo de trabajo que se esté haciendo, pero por regla general no más de una hora por día en primaria y no más de dos en secundaria. En este último caso habrán otras consideraciones pues hay tiempos especialmente intensos, pero estos no deben ser prolongados. Los chicos necesitan tiempo para otras actividades de expresión cultural, deportes, vida familiar y social, y por supuesto para jugar, que es el trabajo fundamental de los niños. En conclusión: No es fácil plantear buenas tareas y es más difícil todavía sostenerlas a lo largo del año, pero es un esfuerzo que vale la pena y paga en mejores aprendizajes y alumnos más dispuestos. La clave aquí es el diálogo y la involucración de padres y maestros para ir midiendo y ajustando un proceso necesariamente complejo cuando tenemos muchos cursos y profesores. Creo que tenemos que desarrollar cada vez mejores instrumentos de comunicación para saber adónde estamos apuntando en cada momento del año con las tareas que dejamos, qué ayudas o previsiones tendremos que tomar para que los chicos puedan trabajar bien y con autonomía y cuáles son las mejores estrategias para cada situación.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

CAM 2010: ¡Música, maestro!

Hace tan solo unos días tuvo lugar en el Colegio Villa Caritas la novena edición del Certamen de Audición Musical, que nos ha puesto esta vez sobre la pista del compositor alemán Robert Alexander Schumann (1810-1856), considerado el compositor paradigmático del romanticismo temprano del siglo XIX, y a través suyo, con esas cimas de la belleza y la profundidad del espíritu humano que la música nos puede brindar.
Llegaron a la gran final 80 participantes representantes de otros tantos colegios venidos de todas partes de la Capital y del país. Chicos y chicas unidos por el gusto común por la música, y que decidieron afrontar el reto que anualmente les plantea el Certamen.
¡Y no es un reto fácil! La comisión organizadora del Certamen de Audición Musical (CAM) define cada año el compositor que será motivo del Certamen y envía a cerca de ochocientos colegios de todo el Perú un CD con piezas elegidas de su obra con las que los estudiantes deben familiarizarse. El objetivo es que puedan reconocer de qué pieza se trata con tan solo unos segundos de audición. Quien pueda reconocer todos los fragmentos planteados sin equivocarse es el ganador del Certamen y obtiene un viaje al país natal del compositor.
¡Una gran motivación, pero una gran dificultad! Y son muchos los que se atreven y se esfuerzan durante dos meses pasando por etapas intermedias en sus colegios, una semifinal en Lima y por fin la Gran Final en el Colegio Villa Caritas que organiza el evento junto con el Colegio San Pedro desde el año 2002 cuando iniciamos esta aventura de la mano del compositor polaco Federico Chopin.
Desde ese año el CAM ha convocado a miles de estudiantes que se han comprometido sucesivamente con la obra de Chopin, Verdi, Bach, Tchaikovsky, Mendelsohn, Puccini y por su puesto Mozart y Beethoven. Y cada año no deja de asombrarnos el entusiasmo y el nivel de dominio que alcanzan los participantes: son clásicos los finales de agonía donde dos o tres participantes se enzarzan en un mano a mano de audiciones de uno o dos segundos. Casi parece que tuvieran algún poder especial, pero es en realidad el poder de la dedicación, el estudio serio y las ganas de salir adelante.
Y sin embargo, como siempre decimos, lo más importante no es el resultado final, si ganó este u otro colegio. Lo más importante es el proceso: miles de alumnos que, aún con diferentes niveles de habilidad le dedican año a año algunas horas de su tiempo a encontrarse con esta música hermosa, y darle tiempo para que ensanche sus horizontes y cultive su espíritu.
La nuestra es una época en que nos hemos acostumbrado a una cultura del entretenimiento superficial, y de emociones elementales, a la vez intensas y fugaces. Una cultura que deja poco o nada en uno, porque no exige, no eleva el espíritu sino que parece anclarle en sus manifestaciones más primitivas. En ese contexto el juego didáctico que plantea el Certamen de Audición Musical tiene el objetivo de abrir a los chicos a dimensiones más profundas de su propio ser y sensibilidad, dándoles tiempo para que se sensibilicen a ellas, las aprecien y que dejen una huella perdurable en sus vidas.
Que los chicos y chicas de hoy no son capaces de escuchar o gustar de la música clásica es una idea que durante nueve años viene desmintiendo el CAM. Estamos por eso firmemente convencidos de que no es falta de capacidad sino de oportunidades y de un poco de creatividad educativa para alentarles a exigirse y descubrir lo que la música y las artes en general tienen para ofrecerles.
Efectivamente, los grandes compositores, cada uno con su estilo, aportan no solo a nuestra valoración de la música en sí misma, sino que nos ayudan a crecer en nuestra comprensión de la riqueza y complejidad del ser humano. La música tiene esa virtud de apelar a las zonas más profundas de nuestra interioridad como seres humanos desarrollando nuestra capacidad expresiva y creativa. Pero más importante todavía, la música tiene la capacidad de despertar en nosotros el hambre por la trascendencia, por el equilibrio y la armonía en nuestras vidas, esa hambre que encuentra su ancla natural en una intensa búsqueda de lo más Alto, del Bien y la Belleza absolutos, de Dios mismo que es su corazón y su fuente.
La música es así un verdadero ejercicio de humanidad al desarrollar en nosotros hábitos y actitudes fundamentales para la vida, como son la disciplina, la perseverancia, el desarrollo emocional, e incluso el perfeccionamiento de la capacidad perceptiva y motora.
Es en esta perspectiva -humana y pedagógica-, donde encontramos el sentido y el aporte del Certamen de Audición Musical: fomentar un despliegue integral de la persona humana, enriqueciendo a los alumnos en su humanidad, y disponiéndoles para el encuentro personal y el diálogo intercultural que demanda una sociedad cada vez más globalizada y en acelerada transformación.

viernes, 27 de agosto de 2010

Que coman bien, que duerman bien.

Éste es el consejo principal de nuestras abuelas y de los viejos médicos de cabecera para la crianza de los hijos. Y todos lo aceptamos como evidente.  En la práctica sin embargo, no lo seguimos. ...y estamos cometiendo un grave error. 
Sucede que eso que llamamos “estilo de vida” viene siendo mencionado reiteradamente  por las investigaciones médicas como la raíz de muchas de las enfermedades de nuestro mundo actual. Lo sabemos, la gastritis, migraña, depresión crónica, insomnio, fragilidad del sistema inmunológico, y otros males que afectan a la población adulta de nuestro tiempo, son reflejo de ese “estilo de vida”.  
Si todo quedara en un asunto de opción adulta por la vida que uno quiere vivir o padecer: bueno y pase. Pero ese estilo de vida está afectando también la salud, el desarrollo y la posibilidad de una vida plena y feliz para nuestros hijos, por que está afectando precisamente estos dos temas fundamentales.  Lamentablemente en muchas familias la falta de una alimentación adecuada y de un sueño suficiente en los niños no es consecuencia de un problema económico o de la ignorancia sino de horarios desordenados, sobrecarga laboral, condescendencia culpable y falta de decisión.
Recientemente, el reconocido especialista cubano Dr. Refino Piñeiro sostuvo que los buenos hábitos alimentarios son fundamentales para que las neuronas se regeneren y posibiliten la plasticidad adaptativa que hace posible el aprendizaje y la memoria.  El cerebro humano necesita asimilar regularmente omega-3; glucosa; hierro; zinc, yodo y otros nutrientes fundamentales que se encuentran, lo sabemos, en el pescado, leche, cereales, fruta, hígado, etc.  
Lo sabemos efectivamente, pero lamentablemente dejamos que los chicos se alimenten habitualmente de “comida chatarra”, que limiten su dieta únicamente a dos o tres alimentos favoritos, que no tengan horarios regulares, etc. con la consecuencia que tenemos, aparentemente un niño sano y rollizo, pero que en realidad sufre un déficit alimentario importante que trae como consecuencia problemas de crecimiento, dificultad para concentrarse, interesarse por las cosas, fragilidad de memoria, inestabilidad emocional y otros “problemas emocionales y de aprendizaje” que cristalizan en el mal desempeño escolar y los problemas de auto estima académica que acarrean. ¿Suena conocido?
¿Es este un problema lejano, propio únicamente de las economías desarrolladas, llenas de niños obesos pero mal nutridos?  No lo creo. Pienso, por ejemplo, en los chicos que nos llegan todas mañanas con el pan con mantequilla en la mano y la leche a medio tomar. Uno o dos días no pasa nada, pero cuando esto es hábito.... Algunos traen merienda o sencillo para el quiosco, pero, ¿Sabemos que la aprovechan realmente? En todo caso es algo que debemos considerar y revisar.
El otro tema importante es el sueño suficiente. Los médicos recomienda alrededor de diez horas para toda la vida escolar. Durante el sueño el cerebro hace algo así como la “defragmentación del disco duro”: es decir revive y reorganiza la vivido y aprendido, consolida los aprendizajes y elimina los residuos. Si habitualmente el sueño no es suficiente o es incompleto este proceso no se cumple y se afectan los aprendizajes, la memoria no se consolida y baja sensiblemente la capacidad de concentración.  Por otro lado, durante el sueño el cerebro genera la serotonina que entre otros efectos regula la cantidad de adrenalina que en exceso genera la inestabilidad emocional, hiperactividad e impulsividad que parecen marcar tanto las aulas de hoy.
El tema se complica cuando en lugar de abordar los problemas desde una perspectiva integral tratamos de manejarlos con medicación. Sí, a veces el caso requiere el uso de la panoplia de drogas que la ciencia moderna ha desarrollado. ¿Pero cuántas veces no son sino el atajo para no enfrentar un cambio radical de estilo de vida? 
A veces asumimos que nuestro estilo de vida es lo inamovible. Que nada podemos cambiar. ¿No estamos así poniéndonos a nosotros mismos, nuestra relación de pareja y a nuestros propios hijos en función a un ritmo de vida y un estándar de gastos que queremos tener? Puesto así tan gráfico y directo todos seguramente diremos que no. Que ése no es nuestro caso, que hay razones, no es lo que queremos, etc, pero... Más allá de nuestras intenciones, ¿Qué es lo que sucede en la práctica de todos los días?
Que coman bien, que duerman bien, un consejo fácil de dar y de comprender. Pero si en nuestra vida cotidiana no lo estamos pudiendo seguir, entonces es hora de una revisión radical de nuestro estilo de vida. No lo dejemos pasar. Y los frutos serán visibles.

viernes, 6 de agosto de 2010

Neurociencias y educación

¿Cómo aprende y cómo funciona el cerebro de un niño? ¿Qué conclusiones podemos sacar para nuestra tarea como padres y educadores?
En el contexto del I Congreso Mundial de Neuroeducación que se viene realizando en Lima - sí, en el Perú también pasan cosas interesantes -, el Dr. Stuart Shanker presentó los resultados de una investigación que se viene desarrollando en Canadá acerca de la capacidad de auto regulación del cerebro humano como uno de los predictores más importantes del éxito o fracaso en la vida escolar.
Cuando hablamos de rendimiento académico solemos pensar en el Coeficiente Intelectual (CI) del alumno, sin embargo el Dr. Shanker enfatizó que éste se refiere únicamente a la velocidad de procesamiento de la información, cuando en realidad es la auto regulación, es decir, la capacidad que tenemos de ajustar nuestras emociones y sentimientos de manera que podamos disponernos para atender, organizarnos, motivarnos y perseverar en nuestros objetivos lo que hace la mayor diferencia en el aprendizaje y éxito escolar de la persona.
¿Qué dimensiones y aspectos involucra la capacidad de auto regulación?
  1. El aspecto biológico
  2. La regulación emocional
  3. La dimensión cognitiva
  4. La dimensión social
  5. El factor moral
Educativamente, padres y maestros solemos pensar en las últimas dimensiones, pero no le prestamos la misma atención a su fundamento en nuestra estructura biológica y emocional, y lamentablemente a veces encontramos que se está trabajando esto último a a través de algún tipo de medicamento. A veces esto es inevitable, pero en muchos casos lo que falta no es algún “químico” sino una adecuada estructura familiar y educativa.
Efectivamente, según las últimas investigaciones, en los primeros años el cerebro del niño pequeño es una “máquina emocional” que aprende a regularse a sí mismo a partir del “diálogo” con la madre y los adultos significativos en su vida. Este diálogo no es sólo verbal, sino visual, táctil, emocional, quinestésico e incluso olfativo. Valga la analogía: de la misma manera que un “bluetooth” se conecta y regula con un computador, el cerebro del niño hace lo propio por estas vías.
Sin embargo, la observación dramática a la que están llegando es que hoy en día, los llamados “hijos de la televisión llegan crecientemente a la edad escolar con muy poca capacidad de regularse a sí mismos, y por tanto de tener éxito en los estudios y en la vida misma.
¿Qué factores educativos de casa y escuela han demostrado potenciar significativamente esta capacidad de auto regulación?
- La investigación nos pone, en primer lugar sobre la pista de los “sospechosos usuales”: las horas de sueño efectivo y el buen balance alimentario. Un cerebro que no descansa lo suficiente no tiene tiempo para “organizar y almacenar en la memoria de largo plazo” lo aprendido durante el día. Un cerebro que no descansa genera estrés emocional, irritabilidad, e incapacidad de prestar atención.
  • Pasar tiempo con los chicos: conocer sus ritmos, sus necesidades, sus miedos, sus ilusiones, las cosas que lo alientan y las que les causan dificultad. Sin tiempo compartido, sin tiempo para observarles y conocerles, no hay base para construir una relación que ayude a los chicos a auto regularse.
  • Rutinas, hábitos. El niño necesita patrones que le permitan entender la realidad que les rodea, hacer predicciones sobre lo que va a pasar, prepararse, ajustarse y en última instancia autonomía. Una casa, un horario caótico genera ansiedad, inseguridad, y en última instancia dependencia.
  • Escuchar: no solo oír lo que dicen y responder en automático. No solo oír su voz, sino “escuchar” sus gestos, sus tonos, y el contexto en que nos habla.
  • Hablar: explicarles las cosas, anticipar lo que va a pasar, explicitar lo que sentimos por ellos: en general y ante situaciones concretas, o ante las cosas que hacen.
  • Tocarles, abrazarles, jugar físicamente con ellos. Esto es más frecuente en las madres que en los padres, pero el niño, niña, debe “conocer” así también a su padre: su calor, su aroma, el roce de su piel, su corazón, su fuerza, y por tanto, su cariño, su protección, sus sentimientos.
- Reglas y normas claras, explícitas y predecibles. Darle un contexto “normativo” realista, ajustado y sensible a los chicos les permite ajustarse progresivamente a su realidad familiar y social.
La auto regulación es función del uso y administración de la propia energía y es un aprendizaje fundamental para el surgimiento de emociones positivas como la curiosidad, el interés, la orientación al logro, confiar en sí mismo, etc. Un niño capaz de regularse a sí mismo es capaz también de desarrollar las habilidades cognitivas que significarán el éxito educativo que todos esperamos para ellos.

jueves, 15 de julio de 2010

Cosechar lo sembrado

Llegamos al fin de semestre y, como les decía a los chicos hoy más temprano, este es un buen momento para ver aquello que "uno siempre recoge lo que ha sembrado". Sí, a veces hay casualidades y golpes de suerte -o de mala suerte-, pero lo usual es que los resultados que obtenemos en la vida correspondan a los esfuerzos que hemos puesto para obtenerlos.

Este criterio es un tema formativo fundamental. Mientras creamos que nuestra vida resulta de estos golpes de suerte, nos estaremos condenando a una actitud pasiva o mágica ante la vida. Un diálogo típico de este caso sería el siguiente: "salí desaprobado porque "justo" no entregué la tarea, además el profesor me calificó mal "justo" aquél examen decisivo." Un chico así piensa que "los astros alinearon en su contra" y que en verdad tuvo "mala suerte" o alguien no le está ayudando como debería.

Afortunadamente el ejemplo contrario abunda, y nos muestra que la pasividad no es el único camino y que, más bien, el trabajo perseverante da frutos que nos llenan de orgullo y satisfacción. La semana pasada, por ejemplo, supimos que Nicolás Alfaro Milla de León, de 10mo. grado había obtenido el Campeonato Sudamericano de Karate representando al Perú. ¡Qué alegría y qué orgullo! Pero quienes lo conocemos sabemos que Nicolás -y con él su familia- viene trabajando y entrenando a diario desde hace varios años y que este merecido triunfo es el fruto maduro de la siembra y trabajo de este tiempo. Más aún, Nicolás es uno de los mejores estudiantes de su promoción y un muchacho super correcto y responsable. En su caso, como el de muchos otros en el Colegio, vemos con claridad que las cosas buenas no vienen por casualidad y que, al contrario, podemos apostar que si sigue así será un hombre de bien y un excelente profesional.

Esto mismo es lo que vemos en los ingresos a la universidad o en el desempeño profesional: el que supo sembrar en la época escolar obtiene frutos. Lo espontáneo, la creatividad, las buenas intenciones o los recursos del momento, son elementos concurrentes que siempre ayudan, pero no pueden reemplazar el trabajo serio, sistemático y perseverante.

Como padres y como educadores no podemos dejar pasar el tiempo escolar sin que nuestros chicos adquieran estos hábitos fundamentales. La cultura social no los promueve y mucho menos los medios de comunicación, así que tiene que ser un esfuerzo consciente, deliberado y sostenido de quienes tenemos responsabilidad formativa sobre ellos. Como Colegio y como familia tenemos los medios y las oportunidades, nos toca poner manos a la obra disponiendo el tiempo y dando prioridad a las actividades que nos ayuden mejor en este empeño. Entonces veremos los frutos.

¿Por dónde empezar?

Yo propondría las tres preguntas básicas de cualquier empresa exitosa:
- clarificar y tener siempre presente, padre e hijo, metas exigentes. ¿Qué te propones este año?
- concretar medios y responsabilidades ordenadas a las metas. ¿Cómo lo vas a lograr y medir?
- establecer tiempos y horarios fuera del horario escolar. ¿Cuándo lo vas a hacer?

Si lo pensamos, no es complicado y puede ser una buena tarea para estas vacaciones.

miércoles, 7 de julio de 2010

¿Sociedad de la des-información?

Luego de terminar su tarea y cerrar sus libros, uno de mis alumnos pequeños insistió con su mamá que tenía ahora que entrar a Internet, "porque allí está toda la verdad". Entonces empecé a preocuparme...

Desde la introducción masiva de Internet y los diferentes medios de comunicación de los que hoy disponemos se nos viene hablando del advenimiento de una nueva "sociedad de la información" para la cual todos debemos estar preparados y según la cual debemos educar a nuestros hijos. ¿Es así?

En primer lugar valdría la pena distinguir información de conocimiento. Para tener conocimiento necesitamos información, pero también algo más: procesarla, es decir "saber pensar". La información sola es únicamente "data". ¿De qué nos sirve una "sociedad de abundante data"? De nada, por supuesto. Es claro que necesitamos aprender y enseñar a pensar: discernir, analizar, cotejar, comparar, relacionar, comprender, sintetizar, y aplicar la información de la cual disponemos ahora en abundancia.

Cada uno de los elementos mencionados da para mucha reflexión. ¿Cómo enseñamos a realizar bien cada uno de estos procesos? Por razones de espacio quisiera, sin embargo, quedarme ahora con el primer elemento, discernir: separar lo verdadero de lo falso, lo útil de lo accesorio, lo valioso y bueno, de lo deleznable o negativo. Es quizá una de las habilidades más importantes que debemos aprender.

¿Cuántas veces nos llegan a la bandeja de correo artículos, presentaciones, imágenes, etc. de inminentes desastres, medicinas salvadoras o peligrosas, avisos de lugares de asaltos, técnicas de sobrevivencia, milagros, etc. Todos firmados por supuestos "expertos", personajes famosos, o conmovidos "testigos presenciales"?

La cosa podría quedar como broma o simple pérdida de tiempo, pero lleva a preocupación cuando escuchamos a personas adultas y razonables tomar decisiones, a veces muy graves, sobre fuentes de información tan precarias: si sigue o no tomando una medicina o siguiendo un tratamiento, por ejemplo. Y me preocupa más la generación que viene, los que no conocen un mundo sin Google y que creen que "todo" está allí para tomarlo simplemente. Con gran agudeza el crítico italiano Giovanni Sartori se pregunta sino estaríamos pasando sin sentirlo del "homo sapiens" (el hombre que piensa) al "homo videns" (el hombre que mira), una sociedad de espectadores cada vez más pasivos y desinformados.

En un trabajo reciente, el Dr. José Manuel Rivas Troitiño de la Universidad Complutense de Madrid, sostiene que estamos siendo des-informados cuando recibimos "un producto informativo incorrecto a consecuencia del silencio, la intencionalidad o el error de la fuente, del periodista o del emisor, o de su interrelación." Es decir consumimos información errónea o sesgada. La desinformación ha ido perdiendo así su sabor a espionaje y guerra fría, y gracias a la explosión tecnológica y a la globalización se ha convertido, pienso, en un factor cultural omnipresente.

No se trata de cerrar los servidores o apagar los televisores. Al contrario. Debemos hacernos capaces de aprovechar la gran oportunidad que nos ofrece la abundancia de información, empezando, como decíamos antes, por aprender a "discernir". A ser críticos con lo que vemos y leemos. A saber buscar la perla preciosa en medio de las imitaciones y la baratijas. ¡A no cambiar el oro de nuestros valores por las baratijas y espejos de moda! Ser así es no solo una responsabilidad con nosotros mismos sino con los jóvenes a nuestro cargo, tan hábiles en el manejo de los medios, pero tan necesitados del criterio y la experiencia que solo dan los años. El peligro mayor no lo veo en páginas más o menos groseras o en secuestradores informáticos, sino en abandonar a los jóvenes en el ruido de la pseudo información, en la banalidad, en las horas robadas por el entretenimiento pueril, en la confusión de verdades y valores.

Creo que nos toca como adultos ayudarles a aprovechar la gran oportunidad de construir una familia, una sociedad del conocimiento nacido de la búsqueda ardua y atenta de la verdad y del bien, ese conocimiento que al fin y al cabo recibe el nombre de sabiduría.

jueves, 1 de julio de 2010

Sobre hombros de gigantes

"Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura."

Bernardo, Canciller de Chartres, Siglo XI



No pocas veces nos encontramos con personas que creen haberse hecho a sí mismas y que repiten, -creo que sin pensarlo de verdad-, que "no le deben nada a nadie." Quizá no se han percatado de las manos que los han levantado, de las voces que les han guiado, de los hombros y de los cansancios de quienes les han llevado y les han cuidado cuando todavía no tenían siquiera la fuerza ni la conciencia para valerse por sí mismos.
De esos gigantes, sobre cuyos hombros nos hemos acomodado para ver las estrellas, forman parte singular maestros y maestras especiales que han tocado así nuestras vidas para siempre.
Es difícil evocarlos en unas pocas frases, cada uno a su manera y con sus características personales influyó en sucesivas etapas de nuestra vida, pero estoy seguro, sí, que tienen en común que son personas en las cuales hemos aprendido a confiar, que nos guiaron ante todo con su propio testimonio, y que supieron mostrarnos con claridad la verdad y el bien ocultos en las lecciones escolares.
El vínculo con el maestro es ante todo un vínculo hecho de confianza. Decía el Papa Juan Pablo II que en la búsqueda de la verdad, la razón necesita ser sostenida por un diálogo confiado y una amistad sincera. El diálogo educativo, ése que es capaz de sacar lo mejor de nosotros mismos, requiere de la confianza, de esa confianza espontánea que saben brindar los niños -y que necesitan para poder crecer, pero también la del joven y del adulto que la necesitan para avanzar en sus búsquedas fundamentales. La confianza se brinda al corazón que intuimos confía también en nosotros. Confiamos en el corazón abierto y transparente, no necesariamente en el que sabe mucho, sino en aquél que sabe hacer tiempo para nuestras dudas y temores, que nos abre espacios, que nos anima a avanzar, aunque sea a tientas y con errores, y permanece a nuestro lado para levantarnos y alentarnos. Esa confianza es un tesoro precioso de cristal que hoy más que nunca debemos valorar, cuidar, y agradecer.
El maestro verdadero es también un testigo. Alguien que no repite simplemente lo que sabe de oídas, sino que busca vivir lo que dice, que lo hace suyo, y que habla con la autoridad que da una existencia auténticamente asumida. Enseñamos no lo que sabemos sino lo que somos, decía un conocido educador. ¡Y no le faltaba razón! Más que las palabras nos impactan las vidas que las encarnan. La autoridad verdadera no nace de los cargos y los títulos, sino de la consistencia y coherencia de toda la vida. El maestro - testigo es siempre joven, porque siempre está buscando, por la verdad y el bien no dejan de maravillarle, porque no tiene el corazón agostado por la rutina sino que vive la ilusión permanente del que ama, y la comunica con el entusiasmo que se anuncia el amor.
Finalmente, y aunque parezca obvio, el maestro verdadero enseña. No solo acompaña, facilita, anima, gestiona o lidera -palabras hoy de moda- sino que enseña: muestra el camino, guía hacia la verdad, con firmeza, casi con terquedad, porque no revolotea con las modas y opiniones sino que sabe estar vuelto hacia las verdades que no cambian y se alimenta de su luz y su calor y hacia ellas orienta perseverantemente a sus alumnos. En un tiempo de tanta confusión, de medias verdades o de verdades débiles, urge el maestro que enseña, con claridad, con valentía, casi diría con la "humilde audacia", del que sabe que no es la verdad ni la tiene completa, pero sí que sabe adonde está y que está dispuesto a acompañarme a su encuentro.
En este día de los maestros sepamos honrar con la palabra y el recuerdo a aquellos hombres y mujeres, del pasado y del presente, que supieron levantarnos sobre sus hombros para ver mejor y más lejos.


jueves, 24 de junio de 2010

School Games: el sábado se define todo

No me cabe la menor duda que nos encaminamos a tener una edición "histórica" de nuestros "School Games": un ambiente extraordinario, alegría, competitividad, fuerza, resultados, calidad técnica, y hasta un hermoso sol en medio de la neblina limeña.  La nota de emoción no falta con los puntos que se suman uno a uno y el deseo de los demás Houses de quitarle a St. John el invicto de tantos años. ¿Qué pasará al final?

Hoy jueves y mañana viernes tendremos ya un avance importante en el puntaje general. Es difícil hacerse una idea pues son demasiados actores: chicos, chicas, ex alumnos, padres y madres de familia, los pequeños de Pre School y los mayores de High School; todos van sumando. Pero recién el sábado tenemos los partidos y actividades decisivas, y se suman las planillas finales de organización y barras. Solo una cosa es segura: el sábado tendremos un House campeón.

Viene siendo muy edificante ver el trabajo conjunto de los equipos de Houses, la organización, el empuje por hacer las cosas bien; desde la misma ceremonia de inauguración donde contamos con la presencia del internacional peruano Juan Manuel Vargas quien les hizo un llamado al máximo esfuerzo deportivo, y donde los equipos pusieron lo mejor de sí para ofrecernos su interpretación del espíritu de los juegos.

Una mención especial la merecen los partidos nocturnos de padres de familia y ex alumnos. Vienen siendo un momento muy especial de competencia, pero también de encuentro y camaradería, de reencuentros y recuerdos muy especiales.  Papás y mamás están poniendo también su cuota de emoción en entrega con una calidad que nos hace pensar en que estamos para cosas mayores en esas categorías.

Para los más pequeños, que duda cabe, la fiesta es completa.  Uno no entiende bien qué están comprendiendo exactamente de la situación, pero que es emocionante y electrizante, lo es.  Uno me contaba feliz que había "volteado" un partido "7-0"(?), y acabo de descubrir que el mítico arquero "Forsyth" tapa en kinder de San Pedro. Todo un jale. ¡Ojalá podamos vivir siempre y hacerlo con la misma envidiable intensidad!

Por supuesto que el Mundial está presente como en un segundo y emocionante segundo plano. Rige una estricta veda televisiva, pero no han faltado tribunas que sospechosamente han estallado gritando goles no se veían, y noticias de resultados que recorren el Colegio de boca en boca. No importa. Todo suma a la emoción y el ambiente deportivo.

Es muy bueno poder compartir estos días que nos unen, nos integran, nos permiten crecer como familia y comunidad escolar, y son un espacio ideal para vivir los valores y actitudes que vamos aprendiendo en el día a día. Vivámoslos con intensidad y alegría, que para eso están y ayudemos siempre con nuestra participación y entusiasmo a que sean siempre lo que están llamados a ser.

¡No vemos este sábado!

jueves, 17 de junio de 2010

Pensamientos para el día del padre


Este domingo de día del Padre habrán muchos abrazos y agasajos, y la oportunidad de reencontrarnos con uno de los elementos esenciales de nuestra vocación personal.

Se es padre no un momento, sino para toda la vida.
Es lo que muchos perciben con la fuerza de una revelación cuando sostienen por primera vez a su hijo en brazos. Una alegría inmensa. Pero a la vez un tremendo sentimiento de responsabilidad.

Pero sucede como en el amor, que uno puede acostumbrarse a las cosas más hermosas. Y con ello se nos opaca la vida. Las cosas se vuelven grises. Pasa lo mismo con el milagro de la paternidad. Uno tiene que renovarse en ese pequeño milagro de todos los días. Y estos días nos regalan una ocasión imperdible.

La mirada de fe nos lleva a la conciencia de la participación en el don y en el misterio que es cada vida humana, y a la conciencia de estar participando de un milagro. Somos parte de una cadena que se hunde en la noche de los tiempos, pero a la vez cumplimos una misión única. Hacemos parte del dedo creador de Dios.

Y somos para los hijos, imágenes del Padre: su presencia, su providencia, su justicia, su bondad todopoderosa. ¡Y qué representación más inadecuada! Pero en el misterio de Dios, capaces de hablar en su mismo nombre y hacer presente su amor.

¡Cuánto depende de nosotros! ¡Qué poder incomprensible! ¡Qué capacidad de dejar huella para siempre en los hijos!

Podemos quedarnos en los abrazos y regalos, pero podemos también dejarnos tocar por el misterio que somos. Agradecer a Dios y buscar con amor y sencillez parecernos cada día más al modelo.

jueves, 10 de junio de 2010

Visita del Cardenal Franc Rodé


El día de hoy hemos tenido la inmensa alegría de recibir en nuestro Colegio la visita de Su Eminencia el Cardenal Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

Para la Santa Sede, un Prefecto de Congregación es en cierto sentido el equivalente a un Ministro de Estado. En el caso del Cardenal Rodé, Su Eminencia tiene la responsabilidad de velar por los miles de religiosos y religiosas y miembros de Sociedades de Vida Apostólica repartidos por todo el mundo, y es por tanto un muy cercano colaborador del Santo Padre.
Su Eminencia llegó al Perú invitado por la comunidad sodálite y tuvo la gentileza de visitar nuestros Colegios departiendo brevemente con los alumnos y alumnas más pequeños, dialogando con ellos e impartiéndoles su bendición. Un momento muy significativo ha sido cuando luego de visitar al Señor en nuestra capilla, bendijo las semillas de trigo que los alumnos que este año harán su Primera Comunión, han plantado junto a la Cruz como símbolo de su esfuerzo por madurar en la fe en este tiempo e ir asemejándose a Cristo Eucaristía que se entrega por todos nosotros.
Posteriormente, Su Eminencia se reunió con los profesores y alumnos mayores en el aula Juan Pablo II, recibiendo el saludo del P. Gonzalo y del Head Prefect Rodrigo Jaime, a nombre de todo el alumnado. En sus palabras de respuesta Su Eminencia recogió el lema de nuestro Colegio: “Fortes in Fide”, “Fuertes en la Fe”, recalcando a los chicos y a toda la comunidad educativa dos dimensiones fundamentales de la experiencia de fe: por un lado, la búsqueda intensa, la relación profunda y personal con el Señor, y por el otro, la necesaria expresión pública de esta fe vivida. Dimensión tanto cuanto más importante cuando una cultura actual quiere recluir la fe únicamente a la vivencia interior: “la fe, les dijo, tiene que expresarse y plasmarse en la cultura, en las artes, en las leyes que rigen las sociedades.” “Ustedes están llamados a ser líderes de este país y como católicos no pueden quedarse callados.”
Al final de la ceremonia una representación de alumnos de noveno, que se preparan para su Confirmación le obsequiaron un pequeño recuerdo de su visita a nuestros Colegios consistente en un Señor de los Milagros hecho en plata peruana. A su salida el Cardenal dejó estas palabras en nuestro libro de visitas de honor: “¡Fortes in Fide! Siempre y en todas partes!” que resumen muy bien el espíritu y la actitud que marcaron su presencia y el mensaje que nos quiso dejar.
El Cardenal Rodé nació en 1934 en Eslovenia. Luego de la guerra su familia emigró a Austria y luego Argentina, donde descubrió su vocación, ordenándose como sacerdote de la Congregación de la Misión en 1964. A petición de sus superiores regresó a la entonces Yugoeslavia donde destacó por su trabajo pastoral y defensa de la Iglesia y los cristianos durante el gobierno comunista. En 1997 el Papa Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Ljubljana, capital Eslovena y el Papa Benedicto XVI lo crea cardenal en el Consistorio del 24 de marzo de 2006.
Para nosotros como Colegio, la visita del Cardenal ha sido una intensa experiencia eclesial. Una oportunidad para palpar la universalidad de la Iglesia y para renovarnos en la conciencia de nuestra responsabilidad como bautizados y de lo mucho que la Iglesia espera de los jóvenes y de América Latina. Pero ha sido también una hermosa ocasión de celebrar la fe y manifestar nuestra especial cercanía y devoción al Santo Padre como comunidad educativa puesta bajo la protección de San Pedro.

sábado, 5 de junio de 2010

Descubriendo a Dios

Ayer tuvimos por la mañana la procesión del Corpus Christi en el Colegio. Ayer Jesús caminó por los caminos por donde discurre nuestra vida diaria, de un modo especialmente intenso lo hemos redescubierto como "Emmanuel", como "Dios-con-nosotros". Dios que nos acompaña y nos bendice en nuestra vida ordinaria, en los pasos de cada día.


Valoro la experiencia desde dos perspectivas: Por un lado, el hecho sagrado mismo. Dios realmente presente en el misterio de su Cuerpo y de su Sangre nos visita y bendice con su presencia de un modo muy especial. A veces no acabamos de comprenderlo. Nos quedamos a veces confundidos como los habitantes de Nazareth. ¿Pero, puede ser éste Dios mismo? Si lo vemos con nuestros ojos y lo tocamos con nuestras manos. Si come con nosotros y descansa y duerme como todo el mundo. Si conocemos a su padre, a su madre -esa gran señora- y sus familiares viven por aquí. ¿Cómo puede ser el Dios infinito, el absoluto? ¡A nosotros también nos impresiona que ese pedacito de pan pueda contener a Dios mismo! ¡Y allí está! realmente presente en medio de nosotros, ofreciéndose como comida y bebida para la vida eterna. «Yo soy el Pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este Pan, vivirá para siempre; y el Pan que yo le voy a dar, es mi Carne por la vida del mundo» (Jn 6,51).

Y hemos caminado junto a Él con la mirada puesta en la Hostia eucarística, en esa procesión que, como decía Juan Pablo II, es un símbolo de nuestra peregrinación con Cristo en la vida terrena. Hemos recorrido los pasos por los que andamos nuestra cotidiana peregrinación. Allí donde estudiamos, trabajamos, y jugamos, allí donde transcurren nuestras alegrías y dolores de cada día. Y lo llevamos en procesión no solo ya en nuestros corazones, sino que lo mostramos en la custodia para que todos sepan que en el Cuerpo del Señor todos pueden tener en sí la vida.

Cada uno ha vivido la experiencia de un modo diferente: los jóvenes portando el palio bajo el que el sacerdote portaba la custodia, al principio poco conscientes de lo que significaba y poco a poco sintiendo el peso del misterio, la reverencia ante lo sagrado. Los más pequeños, formados a lo largo del camino, viendo absortos una escena que quizá no entenderían del todo, pero percibiendo sí los símbolos que les ponía en contacto con el misterio de lo sagrado: las flores, el resonar de los cantos eucarísticos en latín, el idioma de la Iglesia, el aroma del incienso; símbolos y vivencias configuran una experiencia de vida, el aprendizaje existencial de la fe, la experiencia que lo sagrado no es algo confinado a un "allá" distante, sino que aun siendo invisible es un "aquí" que configura y sostiene la existencia cotidiana.

La otra perspectiva que mencionaba tiene una importancia fundamental hoy en día: educamos en una mirada integral de la realidad. La vida cotidiana que es lo que se entiende como "lo secular" (del tiempo, o del siglo), ha ido disgregándose por causa de una actitud reductiva, de "lo religioso" (lo sagrado, o lo eterno). Esa división anti-natural es lo que se llama "secularismo", la ideología que no admite ninguna relación entre lo secular y lo sagrado. La vida humana, sin embargo, no es así. Si separamos nuestra vida espiritual de nuestra vida cotidiana ahogamos precisamente aquello que da sentido y norte a lo que hacemos. Empobrecemos nuestra vida arrancando de ella toda luz y toda esperanza.

"Vale la pena ser hombre, -decía el Papa Wojtyla en uno de sus discursos iniciales a los jóvenes del mundo-, porque Tú te has hecho hombre." Porque has andado por nuestras rutas y conoces nuestra vida. Porque no te avergüenzas de llamarte uno de nosotros.