Hace un año se me acercó un grupo de chicos de High School para que el Colegio les auspicie una revista que querían publicar. Habían estado hablando con Martín Pérez del Solar sobre la necesidad de un compromiso concreto de los jóvenes con su tiempo y su cultura, y decidieron pasar a la obra con esta revista que llamaron "BuscándoT".
Por supuesto que les dimos el apoyo. Algo parcial para que sea parte de su compromiso el hacer que la iniciativa sea económicamente sostenible en el tiempo, pero lo suficiente para lanzarse a la obra. De todas maneras en el fondo me quedaba la pregunta si la aventura sería flor de un solo día o si serían capaces de perseverar.
Hoy la revista está en su quinto número bimestral y el comité editorial está compuesto por alumnos de quinto de secundaria e incluso por ex alumnos que mantienen desde la universidad un compromiso sólido con esta iniciativa. Y no sólo esto, sino que BuscándoT ha ido creciendo en calidad editorial y se ha proyectado al mundo digital, desde donde llega a cientos de adolescentes en Perú y en otros países de la Región. Tienen su página web BuscandoT.com y, por supuesto cuentan con espacios en Twitter, Facebook, e incluso una sección de vídeos en YouTube. Hace una semana decidieron justamente lanzar un sitio en Facebook en apoyo del Papa llamado "Benedicto XVI estamos contigo" que en pocos días ha captado más de dos mil seguidores, esta vez de todos lados del mundo católico, incluso adultos.
Viendo lo que han hecho, viendo la calidad y sobre todo la profundidad de su trabajo, y la perseverancia que han demostrado a lo largo de este tiempo, estoy convencido que cuando los jóvenes están motivados por temas de fondo e importantes son capaces de todo. No hay duda que iniciativas como ésta tienen mucho que pulirse y mejorar, pero la frescura y autenticidad de sus ideas y su testimonio, mueven voluntades y arrastran positivamente.
Pienso que simplemente nos hemos acostumbrado al cliché fácil y pesimista que de los jóvenes sólo puede esperarse problemas, e iniciativas de poca profundidad. Creo más bien que como país, como educadores y como familias estamos así dejando de lado una poderosa fuerza para la renovación de la sociedad. Creo que tenemos que hacernos capaces no solo de apoyar, sino también suscitar y sostener iniciativas como ésta en las distintas dimensiones de la vida social y cultural. Creo que hay muchos testimonios de obras concebidas y llevadas adelante por jóvenes que no reciben la suficiente atención en su capacidad de renovación social: pensemos en la iniciativa, en el cuidado del medio ambiente, en la atención y promoción de los pobres y de las víctimas de los fenómenos naturales e incluso en el mundo de la política.
Pero más aún creo hay todavía un campo inmenso por desarrollar: pienso en el talento escondido en iniciativas musicales, en las artes, el periodismo digital, los blogs, el desarrollo o promoción de la niñez en situación de riesgo, los deportes de aventura, etc. Pienso también en las noticias que recoge la prensa de vez en cuando, acerca de chicos especialmente talentosos en las matemáticas, el ajedrez, y algunos deportes singulares. ¿Cómo canalizamos esa energía y esa iniciativa? ¿Es trabajo de un gobierno, una municipalidad, o de todos, padres, maestros, y líderes culturales? Creo que es posible establecer iniciativas, apoyos, alianzas que les ayuden a proyectar su imaginación y sus fuerzas más allá de lo que hasta ahora su entusiasmo los ha llevado. Creo que los adultos no debemos pretender sustituir ni opacar este tipo de aventuras, pero sí podemos ser eficaces catalizadores que les ayuden a lograr sus objetivos y de paso ser parte activa del cambio que nuestro mundo necesita.
Por supuesto que les dimos el apoyo. Algo parcial para que sea parte de su compromiso el hacer que la iniciativa sea económicamente sostenible en el tiempo, pero lo suficiente para lanzarse a la obra. De todas maneras en el fondo me quedaba la pregunta si la aventura sería flor de un solo día o si serían capaces de perseverar.
Hoy la revista está en su quinto número bimestral y el comité editorial está compuesto por alumnos de quinto de secundaria e incluso por ex alumnos que mantienen desde la universidad un compromiso sólido con esta iniciativa. Y no sólo esto, sino que BuscándoT ha ido creciendo en calidad editorial y se ha proyectado al mundo digital, desde donde llega a cientos de adolescentes en Perú y en otros países de la Región. Tienen su página web BuscandoT.com y, por supuesto cuentan con espacios en Twitter, Facebook, e incluso una sección de vídeos en YouTube. Hace una semana decidieron justamente lanzar un sitio en Facebook en apoyo del Papa llamado "Benedicto XVI estamos contigo" que en pocos días ha captado más de dos mil seguidores, esta vez de todos lados del mundo católico, incluso adultos.
Viendo lo que han hecho, viendo la calidad y sobre todo la profundidad de su trabajo, y la perseverancia que han demostrado a lo largo de este tiempo, estoy convencido que cuando los jóvenes están motivados por temas de fondo e importantes son capaces de todo. No hay duda que iniciativas como ésta tienen mucho que pulirse y mejorar, pero la frescura y autenticidad de sus ideas y su testimonio, mueven voluntades y arrastran positivamente.
Pienso que simplemente nos hemos acostumbrado al cliché fácil y pesimista que de los jóvenes sólo puede esperarse problemas, e iniciativas de poca profundidad. Creo más bien que como país, como educadores y como familias estamos así dejando de lado una poderosa fuerza para la renovación de la sociedad. Creo que tenemos que hacernos capaces no solo de apoyar, sino también suscitar y sostener iniciativas como ésta en las distintas dimensiones de la vida social y cultural. Creo que hay muchos testimonios de obras concebidas y llevadas adelante por jóvenes que no reciben la suficiente atención en su capacidad de renovación social: pensemos en la iniciativa, en el cuidado del medio ambiente, en la atención y promoción de los pobres y de las víctimas de los fenómenos naturales e incluso en el mundo de la política.
Pero más aún creo hay todavía un campo inmenso por desarrollar: pienso en el talento escondido en iniciativas musicales, en las artes, el periodismo digital, los blogs, el desarrollo o promoción de la niñez en situación de riesgo, los deportes de aventura, etc. Pienso también en las noticias que recoge la prensa de vez en cuando, acerca de chicos especialmente talentosos en las matemáticas, el ajedrez, y algunos deportes singulares. ¿Cómo canalizamos esa energía y esa iniciativa? ¿Es trabajo de un gobierno, una municipalidad, o de todos, padres, maestros, y líderes culturales? Creo que es posible establecer iniciativas, apoyos, alianzas que les ayuden a proyectar su imaginación y sus fuerzas más allá de lo que hasta ahora su entusiasmo los ha llevado. Creo que los adultos no debemos pretender sustituir ni opacar este tipo de aventuras, pero sí podemos ser eficaces catalizadores que les ayuden a lograr sus objetivos y de paso ser parte activa del cambio que nuestro mundo necesita.
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